Terminan muchas cosas estos días, y no sólo el año. Terminan proyectos, relaciones, presencias. Como si de una zanja emocional se tratase el año nuevo actúa como obstáculo que hay que superar, como redefinición de nuestro plan de vida, en ocasiones por voluntad propia, otras por obligación.
Durante todo 2009 hemos estado hablando de medios sociales, de redes, de estrategias y acciones, de marketing y empresa, de turismo. Y tras cada una de estas palabras siempre había algo que se repetía, una persona. Una persona que ponía en marcha cada una de estas ideas y una persona que era el objetivo de las mismas.
Hemos dicho y redicho que los medios sociales, que las redes, que hasta los mercados son conversaciones. Personas al fin y al cabo.
Hemos estado hablando de tecnología, de posicionamiento, de SEO, de SEM y de presencia en la Red. Hemos analizado herramientas, estrategias y modelos de negocio, conceptos, ideas y entornos que han salido nuevos y que en poco tiempo se han revelado como fundamentales para una buena estrategia en Internet.
Pero al final de todo esto son las personas las que crean, gestionan y fomentan este lío de siglas y acrónimos que hemos dado en llamar Turismo 2.0. Al final esto del turismo es transpiración, un apretón de manos, un saludo, un servicio atento y una gestión adecuada. De nada nos han servido y de nada nos servirán estrategias, presencias y acciones si somos incapaces de movilizar a las personas que gestionan un destino.
A todo esto del 2.0, de los medios sociales, le falta una visión humanista, un enfoque más allá de la tecnología que sea capaz de dar a entender que sin un corazón detrás, que es al final lo importante, de nada sirve tener una buena posición en Google o muchos seguidores en Twitter. Eso no es nada si no hay nada detrás.
Hemos tratado durante este año reflejar esta visión. En ocasiones lo hemos conseguido, en otras no, pero éste ha sido siempre nuestro objetivo.
Se termina el año y se termina una etapa. Comienzan nuevos proyectos, nuevos miedos, esperanzas, presencias, ausencias. Termina un año lleno de comentarios de los lectores, de críticas, de algún acierto y de muchos errores. Un año de mucho trabajo, esfuerzo e ilusión. Esperemos que haya valido la pena. Para nosotros sin duda.
Seguimos viéndonos en la Red. Ha sido un placer.
Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)
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